La función del sistema de escape de tu vehículo es reducir la toxicidad de los gases que se generan en la combustión, disminuyendo su influencia tanto en el exterior como en el interior del mismo. Y por supuesto, minimizar el ruido generado por la salida de dichos gases.
Las piezas que componen el sistema de escape, tendrán una influencia vital en el comportamiento de tu vehículo. Un mal mantenimiento puede provocar un consumo excesivo de combustible y un peor rendimiento, pudiendo generarse averías para tu vehículo de gran importancia.
¿CADA CUANTO COMPROBAR EL SISTEMA DE ESCAPE DEL VEHÍCULO?
Lo recomendado es revisar el tubo de escape cada 40.000 – 60.000 kilómetros aproximadamente O CADA 12 meses. Deberás fijarte en el estado de las piezas que lo componen, en el color y la densidad del humo, si cuando se pone en marcha el motor hace demasiado ruido, el exceso de vibraciones o los posibles tintineos de piezas sueltas.
1. TUBOS DE ENTRADA Y SALIDA
Estate atento a la parte metálica que une los conductos con tu vehículo. Observa detenidamente su estado, si están estropeados, si tienen fisuras, agujeros u oxidación.
2. SILENCIADOR
Pon atención en esta piza tanto por dentro como por fuera. Que no tenga agujeros, que provocarán un exceso de ruidos. Observa el estado en el que están los tubos y el separador del silenciador, y que al moverlos no produzcan ruidillos de piezas sueltas, que sería un síntoma de deterioro.
3. CATALIZADOR
La carcasa térmica del catalizador debe de estar íntegra, sin fisuras ni deformaciones. Si las tuviese habría que cambiarlo. Ten en cuenta que el catalizador es el encargado de eliminar la mayoría de contaminantes de los gases que produce tu vehículo.
Este dispositivo elimina la mayoría de los elementos contaminantes de los gases a través de elementos químicos. Es importante que el trozo de cerámica que se encuentra en la cámara del catalizador esté bien sujeto. La carcasa térmica no debe tener ninguna grieta ni deformación; de lo contrario habría que proceder a su sustitución.
4. SOPORTES DE CAUCHO
Los soportes de caucho son los que evitan mayor ruido y golpes, ya que el sistema lo componen piezas metálicas. Si no están en buenas condiciones o el caucho ha cristalizado o endurecido, no podrán realizar su función.
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Valvoline DPF Cleaner es un spray que se emplea como herramienta para eliminar los depósitos de cenizas acumuladas en el sistema de filtro de partículas diésel. Se puede emplear sin necesidad de desmontar el Filtro de antipartículas.
Valvoline EGR Cleaner es un spray limpiador de recirculación de gases de escape de alta calidad para disolver los depósitos en la válvula de admisión de aire, el sistema de admisión de aire, el colector y las válvulas de admisión. El producto consigue restablecer el flujo de aire al motor, mejorando la potencia y la aceleración y reduciendo el humo de escape.